Es un hecho…el entorno laboral está cambiando y estamos inmersos en un proceso de digitalización para el que ya no hay vuelta atrás. Últimamente todo el mundo habla de esto y así, desde simples comentarios en corrillos de café, hasta la organización de grandes eventos sobre este concepto, todos nos hemos puesto a analizar, valorar, estudiar y decidir qué conviene hacer con la digitalización de las compañías y sus procesos de trabajo.
Y no es que no me parezca útil el asunto, que tiene sus ventajas y son muchas, pero me llama la atención que casi todo el mundo se centra en tecnologías, máquinas, aplicaciones, procesos…Unos pocos (a mí parecer, escasos aún, la verdad), entienden que habrá que tener en cuenta cómo los empleados se han de ir adaptando a esto y hablan de qué aspectos hay que poner en marcha para conseguirlo (formación, training on the job, shadowing, etc.). Sin embargo, nadie habla de cómo tenemos que comportarnos y ser en estos nuevos entornos digitales. ¿Cuáles son los comportamientos laborales de éxito/fracaso en estos nuevos entornos?.
Hace poco, un conocido que tiene una amplia experiencia en esto de los RRHH y al que respeto mucho personal y profesionalmente, había asistido a un evento dedicado a la digitalización y al compartir ideas sobre lo que se está produciendo en el mercado, me aportaba un nuevo término: “cansinismo digital”. Me gustó, y sin ánimo de apropiármelo, lo reflejo aquí porque me hizo reflexionar…¿Por qué todos los temas que se tratan en foros, “dimes y diretes” y reuniones de profesionales de RRHH hablan de digitalización, pero no tienen en cuenta el lado humano dentro de ese concepto?. O dicho de otro modo:
¿SE ESTÁN DESHUMANIZANDO LOS RECURSOS “HUMANOS”? ¿HASTA QUÉ PUNTO ES IMPORTANTE LA SOCIABILIDAD Y OTROS RASGOS HUMANOS EN LOS NUEVOS CONTEXTOS LABORALES?
Reflexionando sobre ello, creo conveniente que pongamos una luz de alarma en el riesgo que existe en perder aspectos humanos esenciales por aplicar y utilizar las ventajas de la tecnología disponible, así como de la que vendrá, puesto que la evolución en esto va a un ritmo trepidante. No sé qué opináis…
Personalmente creo que el ser humano debe hacer uso de la tecnología en su propio beneficio, eso es evidente. No obstante, también creo que debemos hacerlo sin arriesgar algunos temas clave y esenciales de nuestra naturaleza. De este modo, somos seres que viven y actúan en grupo (léase familia, tribu…o llevado al campo de los RRHH: equipo de trabajo).
La sociabilidad en el entorno laboral es una conducta necesaria para la adaptación al medio que nos rodea y, si dejamos de ponerla en práctica, no se sobrevivirá bien en el mismo.
Llevado a la práctica laboral diaria, lo que quiero destacar es la importancia de la interrelación en el trabajo. Aspectos como trabajar en equipo, gestionar el desempeño de otros, persuadir o negociar con terceros, atender de manera adecuada a los clientes, liderar o inspirar a los demás, etc., corren el riesgo de perder importancia, sacrificados por la velocidad y la rapidez de procesos digitalizados.
A mi entender, no se trata de temas incompatibles, pero sí quiero incidir y hacer reflexionar sobre la importancia, aún más que antes, si cabe, dentro de la digitalización, de desarrollar las conductas sociales, así como de usar y mostrar adecuadamente las emociones en el entorno laboral.
Sigamos manteniendo (y, por tanto, trabajando en ello desde RRHH) en conceptos primordiales como la empatía, el autocontrol, la tolerancia a la frustración, el reconocimiento, la escucha activa, la generosidad y ayuda con el de al lado…
La tecnología tiene muchos y muy buenos usos, pero también provoca que seamos más individualistas, y si no, pensemos en cómo nos relacionamos en el mundo laboral a través de la misma: muchas veces hay malentendidos por e-mails demasiado concisos, o por no poder expresar los aspectos no verbales de algo (y eso que para ello nos hemos inventado los emoticonos…), que cuando se tratan en una reunión o llamada directa se solventan con rapidez. Otras veces, alguien está desorientado o perdido con un tema, que consigue superar cuando el de al lado se da cuenta y le ayuda…son solo ejemplos, pero que se dan en miles a diario.
Por ello, desde RRHH, se deberían poner medidas y planes en marcha, que aseguren que usamos la digitalización para el bien general de las compañías y de aquellos que trabajan en ellas, pues de lo contrario, la digitalización será “pan para hoy, pero hambre para mañana”. Debe tratarse de una herramienta puesta al uso de los empleados y del bien general, pero no convertirse en algo que hay que gestionar, imponer y desarrollar por encima, incluso de aquellos a los que va dirigida a servir: los seres “HUMANOS”, que siempre seguirán sintiendo, emocionándose y relacionándose. Pensemos en qué conductas deben aparecer en esos entornos digitales y actualicemos dichos comportamientos de éxito/fracaso para ponerlos en práctica dentro de los procesos de digitalización.
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