¿Cómo puedo avanzar en mi carrera? ¿Hacia dónde dirijo mis pasos para desarrollarme a nivel profesional? ¿Por dónde empezar el camino para ir progresando en mi trabajo?
Estas preguntas son habituales cada vez que alguien mira de frente a su futuro y se plantea el deseo de ir superando estándares. Siendo ésta una intención habitual, nuestra experiencia nos dice que la mayoría de las personas en su etapa de vida laboral activa, muestra más un interés general de querer avanzar, que una estrategia clara de hacia dónde hacerlo. En este sentido, resulta crucial poder fijarse unos objetivos claros que marquen la dirección y los planes individuales para conseguirlos.
En eso nadie tiene ninguna duda y al levantar la vista hacia sus horizontes profesionales, tratan de ver los escenarios en los que les gustaría desenvolverse. La mayoría visualiza fácilmente el futuro que les gustaría conseguir, pero no tanto el camino necesario para llegar a ello. Y es que un aspecto primordial del desarrollo profesional pasa por conocer el presente y enlazarle con ese futuro. Siendo más gráficos: si no sabes ni siquiera dónde estás, cómo vas a encontrar el camino para avanzar hacia la dirección que quieres. Para ello, el autoconocimiento es clave.
Entender cuál es perfil personal y profesional que aportas en este momento, te permite, sin ninguna duda, entender qué mecanismos necesitas activar y qué pasos has de dar para llegar a ese horizonte que quieres. Conocer las fortalezas y las oportunidades de desarrollo que presentas en la actualidad, hace que tengas un mapa con un camino trazado, en el que, además, tienes detallado con qué recursos cuentas para avanzar más rápido (tus fortalezas), así como qué puentes debes ir tendiendo para avanzar en aquellos puntos donde tengas más distancia (oportunidades de desarrollo).
El autoconocimiento es la capacidad de identificar y reflexionar sobre quiénes somos, qué nos motiva y cómo reaccionamos ante diversas situaciones. Este conocimiento requiere tanto de introspección y reflexión, como de feedback externo por parte de otros. Con las dos visiones (interna y externa), logramos componer una visión objetiva de nuestra realidad.
Al conocer tus puntos fuertes y los más “débiles”, puedes optar por roles que maximicen tu potencial. Igualmente, al entender tus motivaciones y los impulsos internos de las cosas que te generan energía, puedes enfrentarte a posiciones y/o funciones donde puedas dar el máximo de tu interés y esfuerzo. Eso siempre va a hacer que crezcas a mayor velocidad. Saber el camino por el que te conviene ir, por conocer los recursos que tienes y unirlo con lo que te gusten las vistas, va a hacer que transites con muchísima facilidad por éste. En cambio, si te internas por caminos para los que no tienes recursos y donde las vistas no te motivan, harán que el paseo sea tedioso y, en algunos casos, que desistas de llegar a aquel horizonte que te habías marcado.
El autoconocimiento, por tanto, es importante para avanzar. Se trata de un concepto que ha sido tratado a lo largo de toda la historia de la humanidad (eso es indicativo de su importancia) y que resulta crucial en cualquier historia de aprendizaje que se quiera desarrollar.
De este modo, Sócrates, a quien se le considera uno de los precursores del autoconocimiento por adoptar la frase del oráculo de Delfos “conócete a ti mismo” como base de su filosofía, ya nos iba dando indicaciones sobre la importancia de comprender quiénes somos para poder actuar con sabiduría. Esto llevado a la etapa actual y al mundo laboral, nos marca la importancia de conocer cuáles son nuestras fortalezas y oportunidades de desarrollo de cara a avanzar en nuestra carrera profesional.
Actualmente, otros autores destacados en el espectro de la Psicología Organizacional han seguido insistiendo en la importancia del autoconocimiento. Podemos señalar, a Maslow, y su teoría de la motivación, con el concepto de la autorrealización en la cima de nuestras necesidades. O a Goleman, que lleva años explicándonos la importancia del autoconocimiento para autogestionar nuestras emociones y desarrollar relaciones constructivas y saludables, esenciales en el ámbito profesional y personal.
¿CÓMO DEBEMOS ENTONCES DESARROLLAR NUESTRO AUTOCONOCIMIENTO Y LIGARLO AL DESARROLLO DE NUESTRO ÁMBITO PROFESIONAL? .
Hay varias herramientas que sirven para ello.
Por un lado, la introspección es esencial. Reflexionar sobre nuestras características, cualidades, conocimientos y motivaciones nos ayuda a visualizar cómo podemos construir el camino a recorrer. Pensar en nuestros logros, en nuestros fracasos, los aprendizajes que hemos obtenido en cada paso, cómo nos hemos sentido…sirve para fijar coordenadas y hojas de ruta en nuestro desarrollo.
Otra faceta es la de recibir y agradecer feedback sobre nuestras actuaciones. En este caso, hay que elegir a personas que nos conozcan bien y que, además, sepan ser objetivas. Aquellas que puedan darnos una retroalimentación equilibrada entre nuestros puntos fuertes y los aspectos a mejorar. Se trata de elegir a compañeros que sean constructivos y con los que tengamos confianza, dentro de un ambiente de seguridad psicológica con ellos, donde la comunicación pueda ser transparente y honesta. Igualmente, es importante atender a lo que nuestros propios superiores nos comenten, especialmente en las reuniones de seguimiento de desempeño y tratar de mantener una comunicación abierta con ellos que nos ayude a investigar las razones de todo lo que nos comentan, tanto en la vertiente de reconocimiento de nuestros logros, como en la de comunicación de nuestros puntos a desarrollar.
Contar con un apoyo externo, experto en evaluación de perfiles profesionales y en la orientación de carrera. Este tipo de servicios profesionales ayudan a tener un diagnóstico lo más objetivo posible, ya que las técnicas usadas para la evaluación y los análisis hechos no tienen ningún grado de contaminación subjetiva. No hay relación, no hay contacto diario, no hay ningún interés lícito o ilícito por medio, salvo el de ayudar al máximo a la persona implicada a conocerse y crecer. Se suelen llevar a cabo mediante cuestionarios psicométricos, entrevistas de evaluación y de motivación, development centers… todo ello son herramientas que lo que permiten es disponer de un diagnóstico del perfil personal, unirlo a las motivaciones del participante y, mediante, profesionales que conocen las características del entorno laboral actual, ir marcando aquellos puntos en los que se debería poner el foco, los pasos que se pueden o deben ir dando y los aspectos en los que el participante se puede apoyar para llegar antes.
Desde STEPS FOR TALENT acometemos este tipo de proyectos, tanto con talento junior emergente y con su deseo de incorporarse al mundo laboral, como con colectivos con experiencia en cualquier ámbito y sector. Creemos, firmemente, en las ventajas de este tipo de proyectos, ya que sirven tanto para el crecimiento de los participantes, como para el crecimiento de las Organizaciones en las que trabajan. Y ya sea a nivel individual, ayudando a alguien a encontrar su propio camino, como a nivel colectivo, ayudando a un equipo u Organización a crecer y a avanzar a través de sus personas, el proceso y el resultado es el mismo: sembrar, regar y recoger el crecimiento de algo que estaba en potencial y a lo que se le ha ayudado a manifestarse en mayor esplendor. ¡¡Qué sé yo…tendremos alma de jardineros!!.
Por el momento, os recomendamos empezar a miraros hacia dentro, encontrar un hueco para reflexionar y comenzar a miraros en un espejo de habilidades, conocimientos y motivaciones. Lo demás…paso a paso, por el camino que más os convenga.
Deja un comentario