
Como sociedad estamos inmersos en un proceso de transformación que, con la pandemia mundial existente, no ha hecho más que acelerarse. El entorno laboral no se queda atrás en esto y se ve expuesto más que nunca a la necesidad de combinar visión estratégica y global, con inmediatez y rapidez en la toma de decisiones y en la ejecución. Cambian, y de forma continua, los parámetros, necesidades, herramientas y recursos.
Como ya hemos comentado en otros posts, a las Organizaciones les toca ahora hacer un gran esfuerzo de adaptación hacia la gestión de la incertidumbre, los cambios constantes y la priorización de las necesidades de los clientes, por encima de todo lo demás. Todo esto exige un cambio de mindset y de entornos culturales, que facilite dicha adaptación, así como de organización, modos y procesos de trabajo.
Y en este contexto es donde los marcos y enfoques de trabajo agile se revelan como algo que puede facilitar toda esa adaptación, imprimiendo, además, la filosofía de ofrecer un claro valor añadido constante a los clientes, situándoles como el foco de todo, ya sean éstos internos o externos.
Trabajar mediante formatos agile no significa, como algunos creen, hacer más rápido todo, sino ordenar todo mejor, priorizar a través de criterios de eficiencia y de valor añadido para nuestro cliente y conseguir llegar a resultados tangibles y reales desde los primeros momentos. Igualmente, revisar y readaptar, siendo conscientes de que siempre hay una mejora continua. Para ello es necesario un claro ambiente de colaboración conjunta en pro de los objetivos a lograr, con una comunicación constante entre todos los miembros del equipo y confianza depositada en lo que son capaces de hacer, aportar y desarrollar cada uno. Las empresas que no vean clara la necesidad de esta transformación, llegarán tarde a los nuevos tiempos. Los ambientes burocráticos, jerarquizados en diferentes niveles y centrados en el micromanagement como filosofía de actuación, tienen todos los elementos para una fórmula de posible fracaso. Por ello, es importante preparar a las personas para poder trabajar con éxito dentro de estos nuevos contextos.
¿QUÉ SOFT SKILLS SON NECESARIAS PARA QUE NUESTROS EQUIPOS PUEDAN DESENVOLVERSE CON ÉXITO EN ENTORNOS AGILE?
Para responder a esta pregunta analizamos el manifiesto ágil de Scrum y con sus principios obtenemos una hoja de ruta que nos hace ver los comportamientos necesarios para el éxito en una organización agile:
- “La mayor prioridad es satisfacer al cliente”: esto es básico y hace que la orientación al cliente, a ayudarle en sus necesidades y a asesorarle, deba ser un comportamiento prioritario.
- “Aceptamos que los requisitos cambien”: el cambio se aprovecha para aportar ventaja competitiva al cliente. Eso nos lleva a establecer la flexibilidad y la gestión del cambio como necesarias.
- “Entregamos software funcional (tradúzcase esto por productos/servicios en otros entornos) desde el primer momento”: la orientación al logro de resultados y a cumplir los objetivos que nos marcamos en el tiempo establecido para ello, son otra clase de comportamientos imprescindibles.
- “Responsables de Negocio y Desarrolladores, trabajan juntos de forma cotidiana”: la colaboración y el trabajo en equipo a todos los niveles, tanto en microequipos, como entre diferentes áreas, a nivel transversal, aparecen también como inevitables.
- “Los proyectos se desarrollan en torno a individuos motivados”: se requiere un liderazgo facilitador, que se preocupe de dar al equipo todo lo que necesita, confiándoles la ejecución del trabajo. El micromanagement debe desaparecer.
- “El método más eficiente de comunicar información es cara a cara”: esto no significa que tengamos que estar presentes físicamente en un sitio, pero sí que tiene que haber comunicación constante en todo el equipo, físicamente o con videollamadas. El feedback constante, la claridad y el detalle de información debe ser también prioritario.
- “El software (producto/servicio) funcionando es la medida principal de progreso”: vuelve a aparecer la orientación al logro, hemos de tener pronto algo en marcha adecuado, aunque luego lo vayamos mejorando aún más.
- “Desarrollo Sostenible”: hay que mantener un ritmo de trabajo constante de forma indefinida. No debemos estar sobrecargados, ni muy libres en períodos valle. Esto nos lleva a la importancia de la autogestión y a la capacidad de organización.
- “Atención continua a la excelencia y al buen diseño”: la orientación a la calidad y a la mejora continua son otras soft skills que deben estar presentes.
- “La simplicidad es esencial”: la capacidad de análisis para la resolución de problemas de forma ágil y sencilla es otro tema ineludible en comportamientos.
- “Los equipos deben ser autoorganizados”: de nuevo vemos la importancia de la autogestión y el liderazgo facilitador, aquel que además sabe delegar, motivar y “sacar” lo mejor de cada miembro del equipo.
- “El equipo reflexiona constantemente sobre cómo ser más efectivo”: vuelven a aparecer la orientación a la calidad y mejora continua, así como el autoanálisis y la capacidad de dar y recibir feedback.
A todo lo anterior, yo añadiría una soft skill o competencia que resultaría transversal a todos los principios y, por tanto, también necesaria. Se trata de la innovación, ya que todo lo anterior requiere de la puesta en marcha de procesos y soluciones novedosas, de manera colaborativa, por todos y para todos.
Por lo tanto, si vuestras empresas o vosotros os estáis planteando la necesidad de trabajar de forma ágil, lo recomendable sería, no sólo formar a los equipos en la filosofía y los modos de proceder de estos nuevos enfoques, sino, añadido a eso, llevar a cabo un análisis y diagnóstico de qué mapa de estas soft skills tenéis. Así se podrán conocer las palancas con las que el equipo cuenta para poder empezar a funcionar con éxito en esos modos de trabajo, y las necesidades de desarrollo en aquellas competencias que aparezcan como menos consolidadas. Lo contrario, es empezar la casa por el tejado y no facilitar a los equipos el entorno y el desarrollo requerido para poder desenvolverse con éxito en los nuevos entornos laborales que han surgido.
En Steps for Talent somos especialistas en la evaluación de soft skills, así como en el desarrollo de las mismas. Igualmente, formamos en metodologías agile, para la constitución y el desarrollo de estas formas de trabajo en los equipos. Como siempre, consideramos que ayudar y desarrollar a las personas es el medio principal para hacer crecer a la Organización. Sin equipos bien organizados y situados, no hay transformación ni crecimiento posible. Seamos ágiles y participemos de la transformación del mundo laboral. El futuro ya está aquí.
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