El 2020 está siendo un año complicado y raro, todos sabemos los motivos. Nuestro mundo ha frenado por una pandemia mundial y eso se traduce en unas circunstancias adversas para todos, a las que vamos a tener que hacer frente en un ambiente de incertidumbre y continuos cambios, tanto en lo personal, como en lo laboral. Por ello, ser resiliente se vuelve más necesario que nunca. Pero, ¿en qué consiste esto de la resiliencia y cómo desarrollarla?.
El término resiliencia viene del latín “resilio, resilire”, que significa saltar hacia atrás, rebotar, replegarse… Se usa en la ingeniería para hablar de la resistencia de determinados materiales, que aun estando sometidos a agentes perturbadores que tratan de deformarlos, vuelven a su estado general habitual (imaginemos una goma elástica, un plástico blando o similar).
Igualmente, se usa en Psicología para referirnos a la capacidad de adaptación de una persona, frente a agentes perturbadores, estresantes o adversos. La mayoría de estudios realizados hasta el momento, contemplan que se trata de una habilidad o competencia que se puede desarrollar y no tanto de un rasgo de personalidad innato. Esto es una buena noticia, porque significa que está en nuestra mano poder aprenderlo. Esto es, podemos aprender a hacer frente a las circunstancias adversas que nos rodean, adaptarnos a las mismas de forma positiva e, incluso, conseguir crecer, mejorar y hacernos más fuertes.
Actualmente, en nuestra actividad de consultoría, estamos observando que estos últimos meses han requerido un gran esfuerzo en las empresas y, eso unido a la actual incertidumbre, está dando paso, en algunos casos, a ambientes laborales de desgaste, frustración, miedo y en alguna situación más extrema, desmotivación.
En Steps for Talent entendemos que en los momentos de crisis es cuando más hay que remar todos juntos: las empresas no se pueden permitir perder el compromiso de sus empleados y las personas no se pueden permitir, a título individual, bajar la guardia y rendirse a la frustración. Por ello, hemos desarrollado unos talleres y programas especiales de desarrollo y mejora de resiliencia, individuales y grupales, que minimicen el impacto de esta situación en los equipos. Igualmente, avanzamos aquí, unas pautas generales, que pueden ser útiles para todos.
¿CÓMO PODEMOS, ENTONCES, MEJORAR NUESTRA RESILIENCIA? ¿A QUÉ PUNTOS CLAVES DEBEMOS ATENDER?
La APA (American Psychological Association), sugiere 10 acciones para conseguir aumentar nuestra resiliencia. Atienden al plano personal de cada individuo, pero si nos permitís la licencia, por nuestra labor de consultores de RRHH, además de mencionarlos (para que también os sirvan para la vida en general), en este post vamos a llevarlos a una correspondencia con el ámbito laboral, manteniendo, así, nuestra misión de contribuir a generar entornos positivos y de crecimiento en el trabajo. Estas diez medidas que propone la APA son:
- Priorizar las relaciones: establecer relaciones positivas en familia, amigos y otros. En el plano laboral, necesitaremos establecer un networking que nos ayude y nos apoye en momentos de dificultad. Comparte tus problemas con otros que te ayuden. Quizás no se solucionan, pero sentirte apoyado por otros te animará. Hay que huir del caer en “el encerrarse en uno mismo”. Haz equipo y comunidad.
- Evitar ver las crisis o adversidades como problemas insuperables. En el trabajo, mantén una visión realista y práctica. Desglosa los problemas en partes más pequeñas y verás que algunas tienen solución. Huye del “todo o nada”, de los extremos y gestiona tus emociones negativas.
- Aceptar que algunas circunstancias no se pueden cambiar. Hemos de aplicar tolerancia a la frustración y flexibilidad. Todo cambio tiene algo positivo. Analiza lo que puede ser así en tu trabajo y mantenlo presente como posible oportunidad de fortalecimiento.
- Desarrollar objetivos realistas e ir hacia ellos. Ponte objetivos alcanzables. Mira dónde quieres llegar, cuál es la dirección y empieza a andar. La meta puede estar lejos, pero ver que has alcanzado tus diez primeros pasos, te animará a seguir hacia ella, alejándote del fracaso y la debilidad.
- Acometer acciones decisivas ante situaciones adversas: estar lamentándonos todo el día no nos llevará a nada. En el trabajo, toma decisiones y actúa. Con ello, aumentará tu sensación de control y disminuirá tu posible stress o indefensión.
- Buscar oportunidades de autodescubrimiento: cualquier crisis nos hace más fuertes, incluso sin buscarlo de forma consciente. Piensa, si estás en circunstancias laborales adversas, qué aspectos te están permitiendo aprender y haz consciente dicha mejora. Además de tener una mejor autoimagen, esto te ayudará, de nuevo, a ver una parte constructiva de todo y a conseguir una transformación positiva.
- Desarrollar autoconfianza. En el ámbito laboral, debes analizar qué fortalezas aportas y poner esos comportamientos de manifiesto. En ocasiones, llevados por el desgaste, tendemos a dejar de mostrar lo mucho que podemos ofrecer y eso es un círculo vicioso que no lleva a nada bueno, sólo a más frustración. Tener autoestima y dar lo mejor de nosotros, igual no cambia lo adverso, pero te ayuda a enfrentarlo mejor. No dejes de valorarte.
- Mantener una perspectiva a largo plazo: nada dura eternamente, ni lo bueno, ni lo malo. En el trabajo es importante mantener la visión de que todo es temporal y que siempre hay un futuro que hay que ir construyendo. Enfoca tu mirada en un contexto amplio y con perspectiva. Seguramente descubras que no todo es tan estresante o adverso y que te rodean cosas buenas o que, con el tiempo, puedes llegar a disfrutar de aspectos positivos en tu trabajo, después de lo actual.
- Mantener una visión optimista: en SFT somos de la opinión de que no hay que “preocuparse de”, sino “ocuparse de” las adversidades. En tu trabajo, visualiza lo que deseas y empieza a dar pasos hacia ello. Este será el único modo de que ocurra, pues lo demás es estar esperando…Ten paciencia y ve materializándolo poco a poco.
- Cuidarse a uno mismo. Esta es la más obvia, pero también la más importante. Cuidar la mente, el cuerpo y atender a nuestras propias necesidades. En el trabajo, ocúpate de estar bien, practica técnicas de relajación ante los problemas, no dejes que estos te paralicen o superen. Trata de mantener un correcto equilibrio entre vida profesional y personal. Esto te llevará a ser más productivo y a avanzar sobre las posibles crisis.
En conclusión, esto va de cuidarse, relajarse, ser práctico y realista, tratar de ser positivo y buscar los puntos buenos allá donde estén (y recuerda que siempre los hay), aceptar el cambio, adaptarnos, quitar la visión del “agujero negro” donde nos hayamos podido situar en un momento dado y enfocar la mirada al futuro y al horizonte…empezando a andar , sabiendo que quizá ese horizonte ahora ande un poco lejos, pero que ya estamos comenzando a dar los pasos oportunos en el camino adecuado para llegar.
Y así podremos crecer y, tal y como dice la famosa canción que todos hemos oído estos meses atrás, ser como uno de los elementos más resilientes de la naturaleza, el junco. De modo que: “/…y aunque los vientos de la vida soplen fuertes/soy como el junco que se dobla/pero siempre sigue en pie/” ((Canción “Resistiré” del Dúo Dinámico))
Desde aquí, toda la familia y ecosistema de Steps for Talent os deseamos un feliz verano a tod@s. Ojalá podáis dedicaros algunos ratos a vosotros mismos, para conseguir volver con perspectiva y ganas de seguir avanzando, a pesar de las dificultades que se puedan presentar en otoño. El entorno que nos va a rodear no parece que vaya a poner las cosas fáciles, al menos en breve, pero sí que está en vuestras manos enfrentarlo con la mejor de las energías y conseguir aumentar vuestra resiliencia. Descansad, reflexionad y a por ello!!!!
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