¿Cómo salir de una situación de estancamiento en tu vida profesional?. ¿Quieres cambiar, crecer, mejorar y no sabes por dónde empezar?. Te gustaría avanzar, desarrollarte, pero hasta el momento no se ha presentado la oportunidad… Pues bien, déjame decirte que las cosas no suceden si no eres tú quien da un empujón para que ocurran, que la suerte les llega a aquéllos que la buscan activamente, haciendo cosas por encontrarla. No suele llegar a los que están sentados, esperando a verla pasar.
El esfuerzo, la intención, el trabajo, la actitud…son todos compañeros de un mismo camino hacia la meta que se desea alcanzar, y “casual” y “causalmente”, la suerte se codea con ellos, robándoles un papel protagonista que no le corresponde. De este modo, tendemos a decir “qué suerte ha tenido menganito, o la de enfrente o al lado…”, “mira qué afortunados, han logrado hacer lo que querían, o han conseguido esto o aquello”. Como si uno fuese andando por un arco iris y en medio del camino te fueses encontrando los premios, con ayuda del azar. Pues dejadme deciros que esto sería muy triste, ya que supondría que no estaría en nuestras manos la clave de nuestras vidas. La buena noticia es que sí somos los dueños de las mismas y los absolutos responsables del camino que vamos tomando en ellas.
Bueno…, sí, sé lo que estáis pensando…que a veces te vienen circunstancias externas negativas y que te afectan, que no depende siempre de ti. Cierto, os lo “compro”, lo admito y más después de los tiempos de pandemia que estamos sufriendo y la crisis mundial existente. Los que me leéis, ya sabéis que no voy de “naif”, ni de “happy-flower”, diciendo que todo es maravilloso. La Psicología Positiva está bien, pero hay que saber aplicarla de forma realista a lo que nos rodea.
No obstante, sí hay un tema que está en nuestras manos y que sólo depende de nosotros y es el cómo nos enfrentamos a las circunstancias que nos rodean. Por ello, hoy desde Steps for Talent, queremos daros algunas herramientas para que podáis asumir el papel protagonista, con absoluta responsabilidad sobre vuestro posible crecimiento y desarrollo profesional. Técnicas y corrientes hay muchas, pero aquí trataré de daros recursos prácticos para que, sin más elementos necesarios que vuestra cabeza e intención, podáis cambiar y mejorar. Seguro que muchos de vosotros tenéis la necesidad de cambiar algunas cosas de vuestra realidad laboral, o quién sabe, también de la personal, porque las herramientas que vamos a tratar se pueden aplicar al crecimiento y la mejora en cualquier plano. Así que tomad nota de lo que viene a continuación y poneros en marcha: el análisis DAFO, la matriz CAME y los objetivos SMART serán los recursos que os ayuden a crecer.
¿CÓMO HACER ENTONCES UN PLAN DE CRECIMIENTO PERSONAL Y BIENESTAR LABORAL?, ¿CÓMO DESARROLLAR MI PROPIO DAFO PARA AVANZAR EN MI VIDA PROFESIONAL?
El acrónimo DAFO (debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades), fue presentado por Albert S. Humphrey, investigando en Standford, con el acrónimo semejante en inglés que también podréis ver en otros foros, SWOT (Strenghts, Weaknesses, Opportunities y Threats). Es una herramienta de análisis que, si se usa bien, nos puede ayudar a establecer un diagnóstico muy potente de la situación en la que nos encontramos.
Aplicándola a nuestro desarrollo personal nos ayuda a tener una foto de partida detallada sobre dónde estamos y qué nos rodea para poder avanzar o no. Para aplicarla, debes poner en una matriz la información que hace referencia a dos variables, una en cada eje: aspectos positivos y negativos, y aspectos internos y externos.
De este modo, debes recopilar información sobre:
– Tus debilidades (aspectos negativos e internos). Te ayudará responder a preguntas como: ¿en qué tienes menos nivel que otros?, ¿cuáles son tus limitaciones?, ¿en qué debes mejorar?.
– Tus amenazas (aspectos negativos y externos). Aquí deberás recopilar información sobre: ¿quiénes son y qué hacen tus posibles competidores?, ¿qué factores externos pueden dificultar el logro de tus objetivos?, ¿qué distractores pueden afectarte?.
– Tus fortalezas (aspectos positivos e internos). Para detectarlos deberás preguntarte: ¿en qué eres bueno?, ¿cuáles son tus habilidades?, ¿en qué destacas?.
– Tus oportunidades (aspectos positivos y externos). Aquí caben preguntas relativas a: ¿qué oportunidades tienes a tu alcance?, ¿dónde están?, ¿quiénes pueden ayudarte a conseguir lo que buscas?.
Como recomendación, debes ser muy honesto contigo. Haz autocrítica sincera y objetiva, cuestiónate a ti mismo, en todo lo relativo a aspectos internos. En cuanto a los externos, es interesante que preguntes también a tu círculo cercano (amigos, compañeros de confianza, jefe si hay buena relación, familiares…). Igualmente, para lo externo, ten en cuenta los planos micro (tu realidad cercana en tu entorno laboral) y macro (las tendencias del mercado, tu sector profesional, realidad socioeconómica…).
Una vez que hayas terminado tu DAFO de análisis personal, habrá que poner en marcha la matriz CAME, acrónimo de: Corregir las debilidades, Afrontar las amenazas, Mantener las fortalezas y Explotar las Oportunidades. Es decir, deberás hacer un plan de estrategias y acciones, encaminadas a tu desarrollo y crecimiento. ¿Qué vas a hacer para acometer esos cuatro aspectos anteriores?.
Por ejemplo: corregir debilidades (estudiar inglés o chino), afrontar amenazas (hablar en las reuniones y no dejar que otro compañero más competitivo aporte mis propias ideas), mantener las fortalezas (seguir demostrando mis habilidades de liderazgo) y explotar las oportunidades (solicitar participar en ese proyecto transversal que quiere iniciar la compañía y que me puede dar visibilidad). Cada uno debe tener claro qué acciones son las que le van a resultar útiles para los objetivos que desea alcanzar.
Y, hablando de objetivos, conviene que detalléis de forma concreta qué es lo que queréis conseguir. El objetivo general de mejorar o crecer es, en sí mismo, igual a nada. Los objetivos, deben ser SMART. Esto ya lo habréis oído, pero conviene recordarlo aquí, para que podáis detallarlos de forma acotada:
1. S (specific): deben ser específicos, lo más detallados posibles.
2. M (measurable): si no puedes medir y comprobar tu grado de avance en los mismos, no valen.
3. A (achievable): trata de que sean alcanzables, ponte metas cortas.
4. R (realistic): como hemos dicho, deben ser realistas, acordes a la situación que te rodea y a tus posibilidades para acometerlos). Por ejemplo, de nada sirve que te plantees mejorar tu inglés viviendo un año en Nueva York, si realmente no tienes ni el tiempo ni el dinero para ello. Igual tu objetivo se vuelve más realista buscando clases con un profesor nativo o yendo a algún club de conversación los viernes por la tarde.
5. T (time-related): hay que fijar plazos, saber si se logran en el período establecido, o bien los reformulamos o los desechamos.
Volviendo a nuestro DAFO, nos habíamos quedado en la elaboración de estrategias para lograr nuestros objetivos de crecimiento. Una vez que tengamos claro dónde queremos ir o qué queremos alcanzar, conviene tener en cuenta que las estrategias a desarrollar pueden ser:
– Estrategias Ofensivas o de Ataque: se obtienen relacionando el campo de fortalezas y oportunidades, los dos positivos. Por ejemplo, si quieres mejorar tus habilidades de comunicación, fija la estrategia de utilizar tu capacidad de aprendizaje rápido si ésta estuviera entre tus fortalezas, con la posibilidad de asistir a presentaciones o reuniones donde un compañero que sabes que es bueno en ello vaya a exponer sus ideas y aprende de su modelo (fortaleza+oportunidad).
– Estrategias de Supervivencia: se obtienen relacionando debilidades y amenazas. Van encaminadas a eliminar lo negativo. Por ejemplo, si quieres mejorar tu habilidad de autocontrol, porque eres de los que “saltan rápido”, mejora por un lado tu falta de autocontrol, pero, si puedes, une a la estrategia el hecho de no exponerte a situaciones donde sabes que es probable que “pierdas los papeles”, al menos, hasta que vayas mejorando tu capacidad de control (debilidad + amenaza).
– Estrategias Defensivas: mezclan los datos de fortalezas y amenazas, usando tus cualidades para neutralizar posibles amenazas externas. Por ejemplo, si tienes la sensación que un cliente se puede ir a otro lado y abandonarte, pon en marcha todas tus dotes de atención y orientación a sus necesidades, aunque no te las manifieste directamente, para poder neutralizar con todo tu buen hacer dicha amenaza.
– Estrategias de Reorientación o Adaptativas: tratan de corregir debilidades y explotar oportunidades. Esta es una de las más necesarias en los tiempos que corren de transformación de todo. Por poner el ejemplo más sencillo, si la empresa se está digitalizando y tú no dominas las nuevas herramientas y procesos digitales, ponte a practicar y a aprender sobre ello, de forma que seas uno de los primeros en estar adaptados a las nuevas oportunidades que surgirán en este ámbito.
Ya veis que todo está, por tanto, en vuestras manos y en vuestras ganas de cambiar aquello que no os está resultando útil, o que os está haciendo estar estancados más de lo que quisierais en un determinado nivel o situación.
Cada uno, si quiere, puede ser responsable de su propio camino, de que le ocurran cosas que quiere, de alcanzar pequeñas metas o, por qué no…grandes sueños.
Y para el que no esté convencido a estas alturas, permitidme acabar con una frase de Winston Churchill, que creo que resulta muy adecuada para esto: “Somos dueños de nuestro destino, somos capitanes de nuestra alma”.
Desde Steps for Talent, os invitamos a que, estéis donde estéis este verano, os dediquéis un rato a vosotros mismos en estas vacaciones, que quizá luego el ritmo y la vorágine del día a día no os lo permita. Quereros a vosotros mismos, para poder querer bien a los vuestros y disfrutad, no sólo del verano, sino de todo lo bueno que puede venir después. Haced por buscarlo!!! …
Y, eso sí, no dejéis de contarnos vuestros avances. ¡Feliz verano!
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