Comienza la década de 2020 y de nuevo en Steps for talent nos ponemos a pensar en el futuro, siempre con la mirada puesta en qué retos se van a acometer dentro del mercado laboral. Inmersos como estamos todos en la ya denominada 4ª Revolución Industrial, los cambios dentro del sistema laboral a nivel mundial, y en nuestro país, empiezan a constituirse en nuevos cimientos, alejándose de ser meras tendencias. En otros posts ya hemos hablado de muchos de los retos que tendrán que acometer los agentes de RRHH dentro de ese sistema, pero hoy queremos centrarnos en el lado de los trabajadores.
Multitud de aspectos macroeconómicos y sociológicos están provocando que se genere un nuevo modelo de trabajador en lo que se refiere a las nuevas fuerzas laborales. De este modo, aspectos como globalización, movilidad internacional, incertidumbre del mercado laboral, nuevos modelos productivos basados en la innovación, prolongación de la vida laboral, etc., unidos al entorno sociológico en el que han ido creciendo las nuevas generaciones, hacen que el empleado de esta nueva década vaya a tener unas características muy distintas al de años atrás, tanto en lo relativo a lo que puede aportar, como en las demandas que va a plantear a las empresas.
Por otra parte, según el estudio “The Future of Jobs 2018” del Foro Económico Mundial (FEM), ya para el 2022, (sí habéis oído bien, 2022, para pasado mañana como quien dice), se espera que 75 Millones de Puestos sean desplazados y que otros 133 Millones de nuevos roles surjan nuevos como necesarios. Tanto la necesidad de estos nuevos roles, como los cambios sociológicos a nivel mundial nos llevan a un nuevo modelo de trabajador.
¿Y CUAL SERA ESE NUEVO MODELO DE TRABAJADOR EN ESTA NUEVA DECADA QUE COMIENZA?
El estudio “Trabajando en 2033”, llevado a cabo por PWC, a través de una encuesta realizada para su elaboración (“Formación y Acceso al Mercado de Trabajo”), detectó los aspectos que más valoran los jóvenes a la hora de elegir una empresa para trabajar, lo que nos puede indicar dónde van a estar las demandas principales de la nueva población activa. Destacan y en este orden los siguientes puntos: oportunidades de carrera profesional (74,8%), oportunidades de formación (47,7%), condiciones económicas (47,7%), ambiente de trabajo (45%), equilibrio entre vida profesional y personal (41,7%) y desarrollo de un trabajo interesante (39,7%). Esto hace que el nuevo modelo de trabajador vaya a demandar a las empresas sistemas de gestión de RRHH que contemplen un desarrollo profesional, con posibilidad de adquisición de conocimientos de forma continua, donde se pueda ir evolucionando constantemente, así como que atiendan a un buen clima corporativo y a medidas para la conciliación. También demandará sistemas de remuneración interesantes, especialmente aquellos ligados a incentivos por productividad y resultados, con los que reconocer el esfuerzo y el talento aportado. Igualmente exigirá sistemas de comunicación y transparencia donde se facilite información continua sobre el propósito del trabajo realizado y la utilidad del mismo para algo con un fin mayor a las tareas o procesos aislados en sí mismos.
Por otra parte, esta 4ª Revolución Industrial, o revolución tecnológica que estamos viviendo, hace que las máquinas vayan asumiendo cada vez mayor número de tareas, hasta ahora, realizadas por humanos. Y esto va a ser a un ritmo cada vez mayor, dada la velocidad a la que avanza el mundo tecnológico. Tal y como me decía un cliente hace poco, “da cierto miedo o, al menos respeto, ver cómo empezamos a competir con máquinas”.
Y esto anterior no es sólo una mera percepción en una conversación entre dos compañeros de viaje en esto de los RRHH. El propio estudio de FEM muestra que en 2022 las máquinas dedicarán más tiempo que nosotros al procesamiento de datos e información. Esto hace que estén emergiendo una serie de habilidades, que en teoría y a la vista de los datos, van a ser las más demandadas en un futuro inmediato. Las listamos a continuación, para todo aquél que quiera ir preparándose y/o actualizándose:
- Pensamiento Analítico e Innovación
- Aprendizaje Activo y Estrategias de Aprendizaje
- Creatividad
- Diseño Tecnológico y Programación
- Pensamiento Crítico y Análisis
- Resolución de Problemas
- Liderazgo e Influencia Social
- Inteligencia Emocional
- Razonamiento
- Análisis de Sistemas y Evaluación
Como resumen, nuestra actividad principal se basará en razonar y analizar, pero con pensamiento crítico y creativo (no automatizado como las máquinas), resolver problemas complejos con soluciones no existentes, y saber diseñar y aplicar modelos complejos, con decisiones basadas en la información procesada que nos faciliten las máquinas. Aspectos como el emprendimiento, la innovación, la flexibilidad, la empatía o la inteligencia social, serán las ventajas competitivas con respecto a los robots.
Por otro lado, con respecto a requerimientos del perfil curricular, es obvio ya que el mundo STEM (Ciencias, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas), se sitúa a la cabeza de los conocimientos y formación demandada, así como todo lo relativo a la posibilidad de hablar varios idiomas (esto último por la globalización y porque el conocimiento, la información y las tareas son cada vez más universales).
Hay que huir, por tanto, del inmovilismo, el estancamiento y el conformismo…No le auguro muchas oportunidades de futuro a aquellos que tengan estos puntos como criterio de actuación. El mundo avanza ya a velocidad de vértigo y hemos de subirnos al tren de cambio de parámetros, de nuevos conocimientos y de nuevas formas de enfocar nuestro trabajo. La evolución del perfil de cada uno ha de ser más rápida y continua que nunca. Cada cuál sabrá dónde debe poner el foco para transformarse y para diferenciarse de otros, …y de las máquinas, que ya están aquí para ocupar posiciones.
A estas alturas de la película, sólo nos queda decir que… ¡¡A por ello!!
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